Con esta ru
ta, se conocerán las principales construcciones religiosas que alberga nuestra ciudad, concentrados en su casco antiguo, valorando su importancia a través de la historia, estilo artístico predominante, y su atractivo, gravemente dañado durante el período de Guerra Civil Española. El Monumento singular entre todos los templos será la Catedral-Fortaleza, que se convertirá en símbolo y motor de la Almería cristiana tras el terremoto de 1522. El obispo Fray Diego Fernández de Villalán será el fundador de la Catedral y primer obispo que residirá en Almería desde el año 1523, año de su llegada. El obispo optará por un nuevo emplazamiento de la Catedral (tras la destrucción de la primera, situada en la Medina sobre la Antigua Mezquita Mayor) que será el arrabal de la Musalla, debido al despoblamiento que sufre la Medina por el terremoto. La Catedral comenzará a construirse en el año 1524.

La sociedad almeriense en el siglo XVI, se dividía en dos comunidades: "los cristianos viejos" descendientes de los conquistadores y repobladores que gozaban del poder político, económico y social y los "cristianos nuevos" (los llamados "moriscos"), antiguos musulmanes forzados a la conversión y cada vez más presionados en adoptar los modos de vida de los dominadores. La mayoría de estos edificios religiosos serán los artífices de la nueva imagen urbana, al ocupar con sus iglesias, dependencias y huertos una parte importante de la ciudad: la Catedral-Fortaleza, las iglesias parroquiales y los grandes conventos como el de San Francisco (en los terrenos de la actual iglesia de San Pedro), diseñarán una característica imagen conventual de la ciudad.
La altura de las tapias de los conventos y las torres de las iglesias, dotarán a la ciudad de una imagen singular.

De esta forma Almería en el siglo XVI, se transformará en una ciudad rodeada de edificios religiosos que con sus construcciones y huertos, serán la base de la nueva imagen cristiana: La catedral, parroquias de Santiago, San Pedro el Viejo (actual iglesia del Sagrado Corazón de Jesús), San Juan, los conventos de Las Claras, Puras o el convento de Santo Domingo (actual iglesia de la Virgen del Mar).



En el siglo XVIII se producirá una etapa de desarrollo demográfico y económico que se reflejará en el arte con las nuevas obras desarrolladas en diversas iglesias, caso de San Sebastián o San Pedro, esta última como ejemplo destacado de la arquitectura neoclásica en Almería. En el convento de Las Puras, se desarrollará toda la decoración interior barroca que la preside y en lo que respecta a la Catedral, se remodelará la capilla mayor y se construirá el trascoro y claustro. En cuanto al siglo XIX, será a partir del año 1837 cuando se produzca la transición de la ciudad conventual a la ciudad burguesa, con la desamortización de los bienes eclesiásticos y la importante transformación urbanística experimentada tras el derribo de las murallas a mediados del siglo XIX. En estas fechas, se construirán las dos portadas de la Iglesia de la Virgen del Mar, y al final de la década se construirá la Iglesia de San Roque y la ermita de San Antón. 

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